lunes, 21 de noviembre de 2016

Luces sin eternidad



Las luces caminan en su vaivén errante,
por cada ocaso en el tiempo
en todas las alboradas añiles, 
como alma inmortal.

Conté tantos días como sueños
llegué a ti perdiendo la niñez,
entrañando a la mujer inquieta
que camina entre las luces.

Las noches son abismos ciegos
del pasado desmemoriado 
y emociones caducas.
Arrugas en la piel del corazón.

Te miro a ti viejo faro, 
fulgor trashumante de caminos.
Luces sin eternidad, 
sobre caricias inmortales.



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