viernes, 25 de diciembre de 2015

A lo lejos, tan cerca.



Llegas recogiendo todos mis faros volcados.
Habitando los deseos soñados.
Traes todos los versos que no terminé. 

Miras dentro de mí, abrazas mi desnudo,
mis vértigos vacíos, mis palabras. 
Eres el sol de la playa que espera amanecer.

Entre tus besos, los caminos se enredan 
el mundo gira y vuelve a ti 
como mis pasos recorren el silencio.

Yo te grito callada desde mis verdades.


martes, 22 de diciembre de 2015

Como caminar al faro, camino en tu piel





El mundo recorre mis sueños, como los vientos
arañan las playas en el norte, con sus dedos
entraman los días grises con su lluvia suave.

El camino hasta el faro lleno de historias
que mi fantasía recorre en las madrugadas 
cuando ya te imaginaba, te acercabas a mí.

Como el haz del faro, tus manos ya me soñaban
como el haz del faro caían tus dedos
como la luz sobre el mar de madrugada.

Me repartí entre los senderos de bosques
sin los miedos de la soledad ni del pasado.
El mundo era mi hogar, con todos sus faros.

Despojados las torres de historias. 
Algunos insultaron al mundo escondidos
en el remolino a la luz, el faro no llora ...

Pero tú, apagas todos esos faros, 
casi caigo al abismo de los pasos
apagas las luces porque traes el sol.

En tus besos, soy libre para volar
libre de las historias sin oxígeno
de los faros y sus vigías ocultos.

Cuando te abrazo, desbocas mis pasos.
Cuando te beso, me repartes al mundo.
El mundo se hace pequeño al besar tu boca.







domingo, 20 de diciembre de 2015

Momentos primeros




Deshago las luces del faro entre mi boca, 
te beso libre de la soledad de mis noches.
El mar trae la levedad de todas la veces
que amé así, sin mundo, sin razón, loca.

 La noche oculta en una concha hueca, 
trae mis susurros entre sus oquedades.
Deleidad maravillada de todas la veces
errantes tus labios fueron en las sendas.

Desnudo mi faro preferido sin nombre,
profano la verdad solemne del tiempo
los momentos escapan de los hombres

Libero las luces vanas de tu abismo
acerco mi boca, profundos manantiales
de sueños libres, descarados del tiempo.





EL PUENTE DE TIBERIO. Latitudes en tu piel




La historia de una mujer contada por un psicoanalista que casualmente encuentra el diario de una "caminante de faros", una mujer que consigue obsesionar al médico especialista en ayudar a encontrar la paz de sus pacientes. Durante la lectura de esas hojas llenas de singulares palabras, descubre que su vida se queda enganchada a la brújula de Ángela..., ambos recorren los pasos del diario en busca de respuestas, aunque a diferentes tiempos...



Fragmentos. 
Capítulo El puente de Tiberio
Libro
Latitudes en tu Piel 
(2ª parte de La Galerna del Sur)

(...)

El diario de viajes de Ángela, ese era su nombre,  Ángela o luzbel; así llamaba ella a ese cuaderno usado y algo sucio de cualquier viajante de caminos terrosos y de pueblos pequeños, también de ciudades donde iniciaba o terminaba sus travesías. Esas ciudades eran la puerta donde se limpiaba de la sociedad antes de comenzar, o al terminar sus caminos, camaleónicamente adquiría los vestidos de una sociedad que la obligaba a ser una valkiria urbana. (...)


(...)

A veces me pregunto cómo pudo extraviar semejante documento, hojas garabateadas con palabras sacadas de los árboles; aquel cuaderno era una piedra de bolsillo, un limbo sin grabar de la brújula de Ángela, faros a destajo, arena de un reloj absorto en la propia mirada de una mujer que se disfrazaba de niña al escuchar el tic tac de su corazón. ¿Cómo pudo, cómo? (...)

(...)

Aquella frase me traía una mujer con tantos sueños que llenaron mis noches de lecturas, verdaderos episodios de pasión infinita, más infinita que el vasto universo definido en los libros de astronomía. (...)




Autora Lola Padilla Oliva




martes, 15 de diciembre de 2015

Y lo busco a él ...


Me sacudo las luces de los hombres.
Pesadilla sintética, el hombre solvente
enreda sus manos entre mis pasos.

El aire no cabe en mis senos
insultante libertad.
Entre luces que chirrían. 

Corro de la fiebre de mis piernas.
Camino de luces en el cielo.
Ya llego a ti, amante absorta.

Giras en la luz negra del espanto.
Abrazo torcido de vida anclada.
Osados ellos con sus soledades.

Quienes te habitan te vuelcan
tristes actos romos en el tiempo. 
Osado farero, con sus fantasmas. 

Huyo de los hombres y sus luces.
Puntual el faro canta la vida.
Espejo donde me desnudo cada noche. 

lunes, 14 de diciembre de 2015

Puertas a la nada





El lamento es una cárcel sin puerta.
Los desiertos diáfanos al olvido 
cuidan su norte tras la montaña.
Entre los áridos caminos, 
mis pasos beben otra libertad.
Diezmado límite entre mi mundo 
alejado del tuyo cuanto más cerca.
El ímpetu de mis caderas 
amplio cercado de mundos raídos.
El amanecer gris esconde el otoño, 
otoño rojo tras mis labios de carmín.


martes, 8 de diciembre de 2015

Paraíso mediterráneo.




Entre los azules matices del mar, 
en la canción del sol sobre la piel.
Jugando a los juegos de una niña
olvidada de crecer.
Entre los verdes secos caídos a la mar
desde sus campos verticales.
En los cielos claros 
las gaviotas y los mirlos 
ríen en los cañaverales de la playa.
Entre las tardes púrpuras
se esconde el sol desde las montañas. 
El mar se queda azul cobalto
mi corazón se cultiva entre la arena.
Los faros de mi memoria te esperan.
Las manos de la luna anudan mis sueños.
De plata los deseos de besarte.
De seda los abrazos de mi piel
te esperan.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Esos otros desiertos ..., desiertos de multitud




Entre la humanidad encuentro otras luces
llenando las oquedades de otros cuerpos.
Entre la soledad de las almas otros faros 
parecen fantasmas vagar en los tiempos.

Horizonte prolijo de sonrisas y voces
donde mis sueños se quedan vanos.
Dentellada de mi mundo como lobos
buscando los huesos entre el bosque.

Te sueño a ti en la soledad de mi cuerpo. 
En el viento viajan las caricias 
precioso limbo de mi mapa a tu piel.

Llega la noche sin luz, mi deseo ebrio.
Todos los faros de mi cuerpo habitas
con todas tus luces, luces de miel.