viernes, 28 de agosto de 2020

Piedra Angular


 


Y después de poner mi piedra angular, 
construiré vida y sueños, 
días amaneciéndome. 
Entramaré mi cuerpo con tus manos, 
mi boca con tus labios. 
En el ángulo del tiempo
ni te espero ni me esperas,  
nuestras almas caminan juntas.

Y después de poner mi piedra angular, 
bailaré un tango por la vida pasada, 
daré las gracias por cuanto hubo.
Arrancaré lo insano de mi piel, 
la dilatada inercia del miedo. 

Y después, después de todo ello. 
Danzaré a la vida, la fiesta del nuevo día.
Lloraré las cicatrices nuevas.
Descalza giraré sobre la tierra, 
con mis caderas, raíces de un viejo drago.

Y después cuando el mundo duerma,
se apaguen las luces, 
te miraré y solo así podré ver
mi propia luz.


Para mi gran amigo Francisco,  nuestras almas un día,  serán una. Construiremos el faro más alto del mundo.






domingo, 31 de mayo de 2020

Las sombras de la luz




Desde todos los caminos, 
llego desnuda de sombras. 

Libre de miedos y de egos, 
sonriendo como una niña.

Eterna ingenuidad, 
mi cuerpo es un giro abrazado.

Besaré cada herida de tu cuerpo,
soledades retenidas. 

Abraza mi piel y deja 
que nuestros cuerpos 
confundidos giren, 
tuerzan los abismos.

Vuelca sobre mis caderas
aquello que respiro
cuando me abrazas. 

Róbame todos los besos
y, sánate con ellos.




sábado, 4 de abril de 2020

Alejada de las luces




Intrépidas las luces se hacinan de recuerdos.
¿Sabes de ese mundanal ángulo
donde las luces no llegan?
De ecos y ventiscas, de lluvia metálica
de rugidos donde ni los lobos ladran.
Sin luces, ni trazos, ni brújulas
mi cuerpo es un lupanar hueco 
de caricias alejadas, de besos sin boca.
Imagino todo eso cuando te recuerdo, 
jurando en vano, 
jurando en tiempo futuro.

Apaguen las luces, 
llegue la luna nueva, 
cueva, montaña entre nubes, 
ecos torcidos.
 Limpio las promesas promiscuas. 
Arco de vectores desnudan mi mundo.
Escupo memorias de cal viva.

Mi feminidad es un altar, ahora sí
un altar donde las luces sí llegan.