sábado, 23 de septiembre de 2017

Antes de llegarte

(Foto de Ángel Alcalde, mi agradecimiento)
Faro de cabo de Higuer en Guipuzkoa


Traigo mi bandera arriada entre los pasos.
Ancla roma son mis recuerdos
soy libre en mi otra soledad.
Ausente de toda alma humana.
Destroné todas tus promesas 
mientras caminaba hacia los vientos.

Y te veo a ti, a lo lejos, coloso,
titán en tu silencio, ingrávido de luces.
Tus pies de granito, 
barco anclado en tierra.
Trasiego de brazos
abrazos en la noche, 
abrazas las almas que te siguen.

Antes de llegarte, escucho el viento, 
habito en su reguero ávido.
Te busco ausente de ruidos, 
rincón etéreo donde eres casi humano.

Antes de llegarte, 
me despojo de lo banal, 
inconclusos los sueños.



sábado, 16 de septiembre de 2017

Destrono Occidental





Me asomo a tu boca de néctar, 
mi cuerpo es un alarido atormentado, 
galerna bretona de primicia otoñal.
Árbol milenario en forma de mujer
mis ramas se tornan ocres, 
mi vientre revienta de la nada
con las memorias dormidas.

Te recuerdo entre ruinas pétreas, 
desiertos de negro incoloro
de soledades y luces cadentes.
Entre flores silvestres y ladridos.
Con la mirada llena de sal, 
los recuerdos amargos
y la dicha de tu silencio.

Esperé por si me amaras 
enrolándote entre mis ramas
de cerezos y pies de dragos.
Mis silencios eran odas soñadas, 
delirio de cómo, cómo me amarías.
Tallé piernas a tu sirena 
caminé mientras que tú llegabas.

Pulcra de actos, antigua feminidad
mi cuerpo se renueva de emociones.
Adivinanzas ávidas 
entre los pliegues de mi vientre.
Maternidad conformada, 
como loba camino mi espacio, 
mi soledad implora tiempo.

Ahora que me amas, 
la vida es corta para ti.





domingo, 10 de septiembre de 2017

Mis poemas ciegos





Andan los versos atropellados 
como brazos sin tuétanos, 
anodinos lamentos pero de piedra
mi silencio.

¿Hasta cuándo quise sentirte?, 
hasta dónde llegaban tus brazos de luz.
Hasta los abismo de un amanecer 
caprichosas luces te encandilaron.

Te mecí en la distancia, entre mis versos
los delirios de mis caderas, 
lamentos de soledad callados.
Libertad desbordante de tiempo
aprendí a no tenerte.

Mi poemas ciegos de luces, 
sordos de vientos, 
caricias de piedra.

Amante espiritual de piel joven.
Mi boca canta a tu silencio. 
No te espero, mi amor, 
el mundo me espera. 
El tiempo sabe de mi cuerpo, 
instantes dulces para mí,
eternos para ti. 
La vida es corta.
Más allá el alma vive.


Dedicado al Farero de Sálvora, un icono inspirador, 
que logra de mis versos marionetas sin cuerdas. 
Gracias Julio, gran amigo.

domingo, 13 de agosto de 2017

En la cruz de tus brazos * (Neruda. Una canción desesperada)





Cierro los ojos, ¡oh mi amor, te miro!
Entre los recuerdos de caducas nirvanas
el corazón trémulo tantea tu boca, 
lenguas que reptaron entre las musas.
Todo era una oda lianta de tantos versos.

La noche y su luna, el faro y su abismo
gaviotas tribales, isla cercana y perdida.
Los silencios erigieron otro idioma 
donde las pieles cantan, danzan, se atropellan.

La isla se desmembró, esparció sus flores
entre nuestros dedos amantes. 
Algunas de sus piedras dibujaron 
nuestras manos de aquella noche.

Tu isla sabe a ti, tú la palpitas a lo lejos, 
elijo mi bella sirena, le regalo mis piernas, 
ella camina a tu lado.
En la cruz de tus brazos prendida, 
prendida llevas, 
tu isla por siempre.



viernes, 3 de febrero de 2017

Penélope de Luces





- ¿Cómo haces para recorrer tantos faros?
- Antes los sueño, les quito el nombre y me cito con ellos en mi cuaderno de rutas. ¿Y tú cómo haces para navegar tus olas?
- Espero la hora del caviar. 

Tras esa conversación, ni él ni ella eran conscientes de la única esencia, él buscaba verdaderas montañas en el mar y ella albergaba en su alma una galerna incesante, solitaria, llena de sueños y derivas. Él era un cuerpo zurcido que sabía y debía volar, la libertad era el punto de partida para el gran viaje de su vida hacia el interior de su corazón, para ella la libertad era parte de la sanación de su alma.

Estaban por encima de ese amor que se cuida y se da por generosidad, ambos habían recorrido el tiempo regalando amor, osados al pensar que para ellos sería suficiente. En el resto del mundo sintético, el amor en lo manuales de pareja es una maceta por cuidar, pero no, existe un momento aún más sublime, serían la hiedra que abraza el árbol, lo custodia, lo nutre, manteniendo ambos la identidad intacta y lo más hermoso, su propia esencia.

- Te leeré los versos sobre las dunas al caer el sol.

No sabían que mientras ellos libraban su personal batalla con el mundo, la tierra los adoptó en sus elementos, ella era una Penélope que tejía las luces de los faros que él miraba desde el mar, y él ocupaba con su alma un abismo donde ella alumbrar.

- A veces siento que las olas me susurran. 
- Eso es porque me baño desnuda en tu mar y te hago el amor.






sábado, 21 de enero de 2017

Luces pequeñas, luces cercanas.

(Foto de Paco Ramos Luque)

Faro de Aveiro, el más alto de Portugal y entre los más altos de Europa, un sector muy plano de la costa generaba la ilusión de lejanía y los barcos se precipitaban sobre la costa. 
A veces la realidad está más cercana.




Camino por tu luz errante
los abismos de la soledad respiran
enmarañando tus pestañas.

Alejada de tus dedos ciegos
y tan cerca
de mis sueños encendidos.
Me llaman loca
lunática, 
nómada, 
errante. 

Te crees alejado de mí, 
en tus barcos varados del tiempo.
Mis luces pequeñas
aledañas 
narcóticas. 
Tan cerca tus derivas
de mi destello trasiego.






domingo, 1 de enero de 2017

Titilar de la primera vez




En ti besé una primera vez, 
mi alma despojada de recuerdos
sin cicatrices en la memoria.
Titilaban nuestros cuerpos 
adolescencia dormida 
sobre las raíces del tiempo.

En tu boca navegaban las luces
de todos mis faros sin abismos.
En mis labios bebiste diluidos 
la derrota de tus miedos.

Mis caderas eran el vaivén 
del tiempo de besar
tiempo de vivirte.