viernes, 25 de noviembre de 2016

Luces nómadas




Cuando llegué a ti, 
ni las brújulas ni las estrellas
eran reales.

Cuando tus ojos se asomaron 
a los abismos de mi mundo, 
fuiste manantial de luz.

Solté todos mis faros en la arena, 
ciega de la vida 
amante de los sueños.

Cuando llegaste a mi
el amor no me habitó nunca.
En tus labios comencé, 
amar, 
amarte, 
besarte, 
tocarte, 
amar, amarte.

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