Fragmentos.
Capítulo El puente de Tiberio
Libro
Latitudes en tu Piel
(2ª parte de La Galerna del Sur)
(...)
A esas alturas mi mente ya había conformado una
idea de esa mujer, lo único que deseaba ver era su boca y ese gesto de nariz, y
después de leer este fragmento en su cuaderno, empezaba a sentir cierta
incomodidad por el italiano. Ángela era capaz de recordarme que los miedos a
veces son armas blancas que usamos para retener a quienes nos llena de
vitalidad, me recordaba que podemos ser unos zombies en busca de otras vidas y
a menudo cometemos el error de destruir, contagiar e inducir a que huyan de
nosotros. Una mujer sola entre los caminos, huía seguro de los miedos volcados por alguien importante para ella. (...)
(...)
Un hombre que vivía solo, dedicado plenamente a su trabajo; deseaba poseerla y le daba vergüenza sentir así, Ángela era un
ser del mundo, no se merecía que nadie volcara sobre ella sus frustraciones.
Pero cómo no ser humano y no tocar la posibilidad banal de retener la vida a su
lado. ¿Egoísmo, miedo, deseo, cobardía, esperanza, fe? O todo a la par, eran las
sensaciones que encontraba en el hombre que leía el cuaderno.
(Fin del capítulo)
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