Como rompientes del mar me reparto
entre tus noches de soledad sin luna.
Amaino el poderoso mar que inunda
faunos del pasado que yo ensarto.
Carámbano de oscuridad aparto,
la soledad en las sábanas abunda.
¡Quema tanto la melancolía infecunda!
Mi cuerpo, galerna que no comparto.
Todas, todas las tormentas enredadas
sobre mi piel, yedra sobre muros,
desnutren, secan tus penas ciadas.
En mis pies respiran centauros
en mis ojos galernas aulladas.
Tus miedos perecen sin conjuros.
Intenso como una tempestad...beso
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y agradecida.
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