lunes, 17 de agosto de 2015

GALERNA III





Encuentra su latido retenido a la espera de caer en el tiempo, cuenta los pulsados del corazón y amaña su particular reloj sin arena. Desde arriba, su momento nauseabundo sin vuelta atrás y sin poder parar más momentos que caer en un vértigo a la libertad de su feminidad.
El sol ya no asoma en el  horizonte de ella y el resto del mundo con sus vidas anudadas perfilan la altura con las bocas exalando gritos de frustración, su pasado ya no puede transformarse, la puertas a la espera de cerrar para dejar el silencio intacto.

Te miro desde arriba a tus ojos abiertos
sabes que luego me iré.
El horizonte se queda tras de mí
huérfano de amanecer.
Me trago todas las luces de los hombres
no quiero ver dónde caeré.
Soy casi libre.

Aquellos que no huyeron los arrastra entre los dedos y sus brazos de viento. Ella no ama a nadie, no teme a nadie, no quiere amanecer en el mismo lugar con las mismas luces. Despliega todos los temporales de abismos ciegos. Se cae entre su delirio de dolor y se vierte su propia alma infinita despeñando las promesas.

Caeré entre tus sueños sin romper.
Quebraré todos los lechos sin dormir.
Rasgaré todas las sábanas frías.
Ahogaré todos los gemidos fingidos.
Caeré sin piedad.

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