sábado, 27 de febrero de 2016

Barcos sin anclas





La bandera de tus manos ondea sobre mi ojos
el amor se proclama como el ocaso en la noche.
En las primeras estrellas mi alma sin reproche
es una casa azul de puertas sin cerrojos.

Gemidos de aquella noche, de fuegos rojos
el universo caía sobre estrellas en su derroche.
El deseo ebrio, sin el dolor de su trasnoche.
Divinidad, tu cuerpo libre en mi piel acojo.

El tiempo sopla entre nuestras manos
como el viento entre las ventanas llama.
Tu mirada habla de vacíos tan lejanos.

La vida de silencios presentes se aclama
de voces son los sonidos de lo profano.
Mi cuerpo de tu amor, es pentagrama.

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