domingo, 8 de noviembre de 2015

CUANDO TRAFALGAR SE APAGA. Ausentes de luz.





A veces los recuerdos afloran entre espectros,
ausentes como en la noche ciega sin las estrellas.
Como una playa del mediterráneo sin niños, 
observo mi vida en algunos de sus rincones.

Sin luces entre las miradas de aquellas almas, 
sin suspiros por donde respirar los miedos.
Todo parece tan denso de aquellas palabras,
sonidos sin ritmo, sin tono humano, sin amor.

Hoy el es día del ocaso infinito, sin las luces 
entre los árboles viven las bocas abiertas. 
Los sonidos mudos del miedo, sin sus voces,
habitan las gargantas entre la tierra húmeda.

Sin colores las flores del camino, sin vigor 
parecieran los espejos de todos mis recuerdos.
Ni el verde, ni el rojo, ni el azul, ni su olor, 
el día es un letargo, una aurora confusa.

En medio de todos los campos, cerca del mar
la tierra quiere limpiar mi cuerpo sin alma.
Apaga sus luces, se enreda con mi oscuridad, 
la sacude de miedos, la llena toda de colores.



"Hay días en los que amanece sin el sol, todo alrededor parece recordar que el ser humano también tiene lugares donde nunca amanece. Momentos acoplados entre los recuerdos donde la frustración es tan grande que no hay opción de salir airoso de ellos. Nada como un lugar entre la naturaleza para sentir que somos parte de ella, que si así lo deseo, las puertas de mi cuerpo se abren para sanear aquello que no debe estar ahí, el mundo parece que se queda con mi lamento, él tiene el poder de transformar todo. Hay días de mi camino hacía el faro, que se hacen una continúa confesión de sombras"


1 comentario:

  1. y una vez que llegas al faro ,,,,y desde lo mas alto comtempla el mar,,, la espuma de la olas te brindan ,,,un mensaje ,,que llenan a tu alma de paz,,,,,,un fuerte abrazo adela,,,,

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Gracias por dedicar tu tiempo a comentar este espacio abierto al mar.