sábado, 28 de noviembre de 2015

Desiertos de recuerdos III





Arrastro todas las noches vacías 
los nombres de formas olvidadas,
las siestas ufanas del amor liadas
todas las voces del deseo ebrias. 

Llegan las noches sin luz de día
las lejanías sin mundo ofuscadas.
Las memorias respiran rodadas
entre miedos que yo no sabía.

Los deseos caen como en otoño
las hojas pierden el sollozo.
Miradas ausentes ya de color.

 En los confines mi alma queda, 
sin techo, sin que ella pueda
darte de mis senos el vigor.







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