La noche abraza las luces nómadas,
el faro quiebra osado la oscuridad.
Aún recuerdo tus dedos errantes
sobre la oscuridad de mi piel.
Elevaste mi cuerpo,
en la luz de tus brazos, atalaya
eras, puerto sin barcos.
El farol gime sin rincón.
Pero yo cierro mis ojos
abrigo la mar sin luces, mi boca
te besaba, giraban las lenguas
libres de las luces apagadas.
Recuerdo tu cuerpo en el mío,
yo era el mar de todos los faros
danzando entre las olas.
Bebiendo la vigilia del farero.
Quieres guardarme en el día,
cuando el faro duerme.
Mi cuerpo es el mar
que viene y va como las luces.
Apartas el sol de mis senos,
pones puertas al mar.
¿Cómo encerrar las olas, cuando
el faro apunto de alumbrar?
Disculpa Lola, mi cuenta no permite evitar el anónimo. Pero como tu amigo que soy, tu eres una mujer que no se puede ocultar, vives en todo lo que nos rodea. Hay tanta luz en ti que a veces podemos cegarnos, pero sólo con tu sonrisa, al menos yo, hago frente a los fantasmas. Todo está bien así, si existes.
ResponderEliminarLolita soy tu amiga Rosa. Nada puede taparte, el sol te lleva de la mano cada día que amanece.
ResponderEliminarSoy Manolo Lola, hace tiempo te dije que el amor en ti es una tarea complicada. ¿El ser humano está preparado para todo lo que esconde nuestra Galerna?
ResponderEliminarCuánta soledad hasta llegar a un beso...
ResponderEliminarLola mira a tu lado, ¿sabes cuántos y cuántas aman estar cerca de ti?
Nos debes una comida a tu grupo de amigas - pacientes.