sábado, 4 de junio de 2016

Sonetos que son cantos IV





Pieles desenredadas


Se elevó mi cuerpo en arco de miel
el océano respiraba en tus manos.
Yo era la isla de tu cuerpo cercano
desnudo llegabas a playas de mi piel.

Rodeada de mar, tu pasado es cincel
de mis piedras tus miedos tiranos.
Bebiste de mis piernas, trasmanos
tus recuerdos lejos de mi vergel.

Osado el mar, abismo en tus ojos
tragaron todas las luces apagadas.
Tu mente arrojó un mar de tojos.

Navego libre en mis pieles besadas, 
en tus recuerdos, ausentes sonrojos.
Mi piel latido de maravillas osadas.

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