domingo, 26 de junio de 2016

Tras el viento, te vas.




Con mi piel prendida en tu boca
te vas.

Con mis pupilas encendidas,
con las caricias de la luna
y la pasión susurrante,
te vas.

El mundo es tan pequeño
cuando mis labios te besan.
Como las luces de los faros
tu sonrisa sobre mis abismos.

Abrigas mis senos 
en tus brazos de mar, 
a la deriva de tus manos
viajan mis caderas.

Tan pequeño el mundo, 
en la inmensidad 
de cuánto yo,
... 
te amo.



Para la luz de la Galerna.
Gracias Juan amigo mío, por leer y vivir mis versos, estos versos fueron los primeros que pudiste leer aquella tarde, grabados los llevo..., como tus recuerdos allá donde estés.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dedicar tu tiempo a comentar este espacio abierto al mar.